Ruta temática sobre Mandela


Los lugares donde Nelson Mandela vivió, estuvo preso, se consolidó como líder político y social forman parte de un recorrido turístico que toma nueva relevancia a partir de su reciente muerte.
Asi, siete lugares para visitar en Sudáfrica

1- Aldea de Qunu 

Poco más de un centenar de personas viven en la aldea de Qunu, en un valle cubierto de pastos, arroyos, suaves colinas y cabañas de barro y techos de paja, que hasta la llegada de Mandela a la presidencia de Sudáfrica, en 1994, no tenía agua potable ni luz eléctrica. En este paisaje vivió Mandela su infancia.

En la iglesia del pueblo, unos postes de madera indican el lugar donde estuvo la primera escuela a la que asistió el niño que transformaría la vida de su país y en la que recibió su nombre cristiano, Nelson, de los labios de su maestra, la señorita Mdingane.

Junto a la casa familiar está el cementerio de la familia, pequeño, sencillo, en el que fue enterrado su padre, el jefe Mphakanyiswa, en el mausoleo familiar. El mismo sitio donde desde su fallecimiento producido el 5 de diciembre de 2013, descansan los restos del líder africano, en una suave colina. Un sitio que seguramente se convertirá en visita obligada para los turistas que lleguen a Sudáfrica tras sus pasos.

2- Museo Mandela 

Barrio Orlando West, Soweto, la barriada más populosa de Africa, que remite a luchas, ideales, violencia y libertad, donde Mandela dejó una profunda huella como activista social. En la calle Vilakazi está el Museo de la Familia Mandela, que ocupa la pequeña casa de cuatro habitaciones y ladrillos rojos, en la que el ex presidente vivió a mediados de los 50 con Winnie, su segunda esposa, y sus dos hijas, Znani y Zindziswa.

La casa conserva muebles, objetos personales, pinturas y fotografías de Tata Madiba, como se lo llamaba cariñosamente en su país. También se exhibe una colección de Doctor Honoris Causa, que le otorgaron universidades e instituciones de todo el mundo, el cinturón de boxeo de campeón mundial de Sugar Ray Leonard, regalo del recordado pugilista y un árbol, plantado por Mandela.

3- Casa de Alexandra 

Alexandra, a unos pocos kilómetros al norte de Soweto, es una inmensidad de casas de una sola planta, sin red eléctrica ni agua potable y calles colmadas de basura. En el número 46 de la Séptima Avenida está la casa, con piso de tierra, en la que Mandela vivió entre 1941 y 1943. Un sitio al que algunos turistas se animan a visitar, en medio de una barriada extremadamente pobre. Declarada patrimonio nacional, igual que la casa de Soweto, la vivienda, de una sola ventana, no es un museo, aunque sí ostenta una placa que da cuenta de su pasado histórico.

4- La celda de Robben Island

El ex presidio devenido en el Robben Island Museo, declarado Patrimonio de la Humanidad y Patrimonio Nacional de Sudáfrica, es recorrido por turistas de todo el mundo en visitas guiadas que, en general, están a cargo de un ex preso político de esta prisión. Uno de los sitios más impactantes es su diminuta celda, donde hay unas mantas tiradas en el piso, una pequeña mesa, un cesto y una ventana con gruesos barrotes.

5- Ellis Park 

Si bien fue remodelado para el Mundial de fútbol 2010, el Ellis Park Stadium, construido en 1928, en pleno centro de Johannesburgo, es otro de los lugares asociados fuertemente con la lucha de Mandela. Allí, en 1995, el por entonces presidente entregó la Copa Mundial de Rugby al capitán de los Sprinboks, Francois Piennar, en un hecho que trascendió el deporte: constituyó el inicio del fin del Apartheid, con un equipo integrado por blancos y negros, y todo un pueblo encolumnado en una misma celebración. Una historia muy bien reflejada en la película Invictus .

Pero hay otro estadio emblemático: el Soccer City, donde fue velado y pronunció su primer discurso como presidente de Sudáfrica.


6- Museo del Apartheid

El Museo del Apartheid, en Gold Reef City, Soweto, impacta de entrada. A los visitantes se los clasifica al azar con una entrada plastificada: Blancos o No blancos y desde allí se ingresa por sectores según la clasificación. Una forma de volver simbólicamente al pasado para no cometer los mismos errores (horrores).

7- La Estatua de Pretoria 

La estatua de Mandela que se inauguró la semana última en Pretoria, frente a la sede de gobierno, seguramente será uno de los monumentos más visitados de Sudáfrica.

Sonriente y con los brazos extendidos, la obra pesa 4,5 toneladas de bronce, tiene 9 metros y fue presentada como la escultura más grande del mundo dedicada al ex presidente. Una imagen muy distinta de otras esculturas suyas, en las que aparece con un gesto más combativo y el puño cerrado. Toda una señal, la de la Sudáfrica que él soñó, unida y en paz.

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