Ese tesoro patrimonial que tiene São Cristovão se concentra alrededor de la histórica plaza de São Francisco, la cual forma un cuadrilátero a cielo abierto rodeado de imponentes edificios, como la iglesia y convento de São Francisco, la iglesia y la Santa Casa da Misericordia, el palacio provincial y sus viviendas asociadas de diferentes periodos históricos.
Este conjunto monumental, unido a las casas de los siglos XVIII y XIX que lo rodean, crean un paisaje urbano reflejo de la historia de la ciudad desde sus orígenes. El complejo franciscano es un ejemplo de la arquitectura típica desarrollada por esta orden religiosa en el nordeste de Brasil.