10 curiosidades sobre Londres

La capital inglesa es sin dudas una de las urbes que mas turismo atrae en Europa. Londres es una ciudad multifacética, ideal para el turismo cultural, llena de monumentos por doquier, y con muchas actividades de ocio y recreación.

Una nueva forma de conocer Londres es descubriendo aquellos lugares que pasan desapercibidos ante el común de los turistas ya que no se conocen y, tampoco son promocionados por las agencias de turismo.


El callejón colorido: En la zona de Covent Garden, existe un rincón que algunos turistas pasan por alto pero que merece la pena conocer. Se trata de  Neal's Yard, un callejón con casas pintadas de colores y aspecto bohemio, con bares y restaurantes que tienen mesas afuera.

Un Carnaval que compite con Brasil: Se trata del Carnaval de Notting Hill, un pintoresco barrio que se hizo mundialmente conocido gracias a la película del mismo nombre. Pero, además de haber sido 'set' de rodaje de Julia Roberts y Hugh Grant, alberga un gran desfile de disfraces al más puro estilo brasileño que se celebra en agosto.

El Little Ben: Casi todo el mundo conoce de la existencia del Big Ben, esa gran torre con reloj junto a las Casas del Parlamento londinense. Lo que otras muchas personas no saben es que también existe un “Little Ben”, una versión más pequeña que puede verse en la intersección de Vauxhall Bridge Road y Victoria Street.

Un guiño a Harry Potter: En los libros de Harry Potter, la estación de King's Cross es el punto de partida del Expreso de Hoghwarts, el tren que lleva a la escuela de magos. Para hacer un guiño a la obra de J K Rowling, se ha instalado una placa en la estación que señala el andén 9 3/4, el indicado para tomar este tren ficticio. Además, como para atravesar este andén es en teoría necesario atravesar una pared, se ha instalado un carrito portaequipajes que parece estar incrustado en los ladrillos.

Un museo criminal: El Museo del Crimen de Scotland Yard es un lugar en el que conocer la historia de algunos de los asesinos y delincuentes más famosos de Gran Bretaña y del mundo. Armas, pistas, las sogas con las que se condenó a los culpables, e incluso todo tipo de memorabilia del famoso Jack el Destripador, que mantuvo en jaque a la sociedad victoriana londinense.

Un espacio para opinar: Hyde Park es uno de los espacios verdes más emblemáticos de la ciudad, pero además esconde curiosidades como el Speaker's Corner, una zona del parque a la que la gente acude a hablar ante el público. Allí, cualquiera puede elevar la voz y comenzar un discurso ante la audiencia presente, que podrá debatir o no las palabras del orador. La mayoría de los oradores del Speaker's Corner son desconocidos, aunque también ha contado con invitados ilustres como Karl Marx o George Orwell.


La Pequeña Venecia: Aunque quizá no lo creas, en Londres hay una pequeña Venecia. Es una zona de canales que se sitúa en el barrio de Paddington, al noroeste. Toda la zona está atravesada por canales, lo que la convierte en un pintoresco lugar en el que dar un paseo sin salir de la ciudad. Numerosos barcos están atracados a sus orillas, y algunos incluso son auténticas cafeterías flotantes en los que degustar un 'five o'clock tea'.

Un cementerio para pasear: No es algo a lo que estemos demasiado acostumbrados, pero los londinenses ven como algo normal el ir a pasear a los cementerios. Y no es de extrañar, con algunos tan espectaculares como el de Highgate, en el que están enterrados personajes ilustres como Marx o Charles Dickens.

Un edificio muy plano: En la zona de South Kensington hay un edificio que, visto de frente, no llama la atención. Sin embargo, si lo miras por uno de sus lados, harás un sorprendente descubrimiento, ya que no tiene más de un metro de fondo. Se dice que el edificio fue construido asi, tan estrecho, para dejar lugar a las vías del tren de la estación de South Kensington, justo detrás de él.

Un puente tenebroso: Si paseas por debajo del puente Tower Bridge, descubrirás un lugar señalizado como “Dead Man's Hole”. Se trata de un pasadizo en el que la policía londinense recogía los cadáveres que aparecían en el río Támesis. Era, por tanto, una morgue improvisada en la que los cuerpos esperaban a ser identificados y posteriormente enterrados. Fuente Elle.es

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