Vacaciones de playa en Uruguay

Uruguay es un país sudamericano lleno de bellos paisajes, gente linda y cálida, donde podremos disfrutar de unas excelentes vacaciones de verano en sus balnearios, algunos muy concurridos por los turistas y otros más tranquilos para ir con la familia. Otros muy populares entre el turismo joven por contar con actividades de diversión y una movida nocturna.


Así, podemos decir que las ofertas de playas marítimas con que cuenta Uruguay, abarcan todos los gustos. Desde playas ideales para quienes buscan la paz y la tranquilidad, como así también para quienes disfrutan con la práctica de deportes, como la pesca o el surf.

Hay playas de arenas blancas, poco profundas, ideales para el disfrute y regocijo en familia, de aguas cálidas y transparentes, como así también de fondo rocoso, solitarias e ideales para los amantes de la privacidad.
Su franja costera se puede fraccionar en dos grandes partes, por un lado se encuentran las playas con costas hacia el Río Uruguay, estas son las más tranquilas y con un oleaje bastante reducido, en ocasiones casi inexistente.

Por el otro lado están las playas con costas hacia el Océano Atlántico, ubicadas en la zona sureste del Uruguay. Estas son las mejores playas tanto para las familias como para quienes les estimula el desafío de las grandes olas. Dentro de los destinos más solicitados de playa se encuentran, Piriápolis, también la península de Punta del Este, el balneario más exclusivo de América del Sur. Además de La Paloma y La Pedrera, dos hermosísimos balnearios oceánicos de las costas de Rocha.


Atlántida

Arribar a la capital del departamento de Canelones tiene beneficios para quienes buscan una playa. Es un destino tranquilo, chico, pero con servicios de ciudad. Hay comercios, cine, sitios de interés histórico y propuestas culturales. Además, Atlántida se destaca por sus bosques, que se diluyen directamente en la playa. Es un destino relativamente económico, está a 45 km de Montevideo y a menos de 90 km de Punta del Este, lo que posibilita emprender paseos y días de playa alternativos si el clima no acompaña.

Punta del Este

Donde el Río de la Plata se funde con el Atlántico, donde la puesta del sol hipnotiza al jet set regional pero se conservan rasgos de la cultura oriental, se erige Punta del Este, el mayor imán de la costa uruguaya. Sus atractivos no pasan de moda: paseos por Gorlero, el puerto, La Barra, Punta Ballena, Casapueblo, José Ignacio, el parque El Jagüel y la isla Gorriti, por nombrar algunos. Y al grito de las nuevas tendencias, siempre hay algún festival de música, DJ's internacionales y divertidas fiestas. No es el destino más económico pero a medida que nos alejamos de la península, los precios se vuelven más razonables con la ventaja de que el paisaje no decae.

Piriápolis

La postal serrana de Piriápolis, a poco más de 40 km de Punta del Este, es parte del espíritu de esta familiar, coqueta y pionera ciudad balnearia. La angosta playa parece mirar al mar pero todavía es río. El histórico Argentino hotel, el castillo de Piria y la extensa rambla son algunos de los agradables atractivos. Y cuenta con Pan de Azúcar propio, el cerro más alto de Uruguay, ideal para el trekking y para apreciar algunas de las 50 variedades de animales que pueblan la Reserva de Fauna.


La Paloma

Para alejarse de los consagrados y cada vez más populares balnearios uruguayos, el departamento de Rocha es una buena opción. Pasando la imponente laguna, La Paloma es el primer balneario que aparece, un excelente destino con lindas playas de oleaje variado, un imponente faro, un centro comercial y la posibilidad de degustar toda clase de frescas delicias recién salidas del mar. Otra alternativa, 10 Km al noreste, es quedarse en La Pedrera, un balneario de mar agitado y formaciones rocosas en la costa, que promete buena movida cultural.

Cabo Polonio

Este es un rincón que aun escapada de los desarrollos y servicios urbanos. Por eso en Cabo Polonio no hay luz, agua corriente ni gas. Tampoco circulan autos y hay que olvidarse de internet. Sin embargo, es el mejor ejemplo de cómo un destino tan peculiar, donde se transitan días tranquilos, despojados de casi toda rutina convencional, atrae a cada vez más turistas que llegan, justamente, para entregarse al descanso absoluto. Eso sí, llegar a este rústico pueblo de pescadores requiere logística: hay que transitar 8 km por la costa, desde la ruta Interbalnearia, a bordo de "camellos", unos vehículos especializados para atravesar las dunas de este sector de Rocha, donde reinan aves y el sonido de algún lobo marino. Con su arquitectura irregular, las calles de pasto y arena, los sabores del mar y las noches alegres, es un sitio ideal para todos aquellos turistas que aman los ambientes rústicos y la tranquilidad absoluta.

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